Valorando tus movimientos, tu postura y tus hábitos laborales, deportivos o cotidianos podemos analizar qué movimientos hacen que estés predispuesto a sufrir lesiones. A partir de la evaluación individualizada y trabajando con ejercicio terapéutico de control motor podemos prevenir o evitar que vuelvas a repetir el mismo dolor o la misma lesión una y otra vez.
Al hacer deporte tenemos la costumbre de entrenar siempre haciendo el deporte que queremos practicar (running, ciclismo, fútbol, natación…), y se nos olvida preparar nuestro cuerpo para ese deporte. Si trabajamos el control postural y el equilibrio muscular para preparar nuestro cuerpo, mejoraremos el rendimiento deportivo. Trabajando la musculatura abdominal mejoraremos en carrera, en respuesta y estabilidad ante la llegada a una pelota en fútbol, tenis, paddle… Dedicando un día a la semana de entrenamiento a preparar tu cuerpo podremos evitar lesiones, mejorar tu rendimiento, tus marcas, y nos acercamos a cumplir nuestros retos.
Para ello, podemos realizar sesiones de trabajo activo, stretching global, Pilates, ejercicio hipopresivo, estabilización lumbopélvica y reeducación de sinergias musculares.