En cuanto a las indicaciones de la Osteopatía, hemos de tener en cuenta que antes de padecer una lesión importante sufrimos alteraciones leves que nos producen dolor u otros síntomas, pero que no se detectan en la exploración y pruebas convencionales, son las llamadas situaciones de pre-enfermedad.
Con nuestro tratamiento podemos prevenir la aparición de ciertas lesiones como hernias discales o roturas tendinosas normalizando las disfunciones que predisponen a que se produzca la lesión. Los problemas más frecuentes tratados con osteopatía son el dolor muscular y articular de cualquier región, sobre todo en la columna (espalda, cuello o zona lumbar, hernias discales, dolor en coxis, tortícolis), en miembro superior (hombro, síndrome subacromial, tendinitis de supraespinoso o bíceps, epicondilitis), trastornos nerviosos (neuralgias cervicobraquiales, ciáticas, cruralgias, hormigueos u otras disestesias en brazo, manos o pies), trastornos del equilibrio postural o del apoyo del pie, sobre todo en ámbito deportivo y especialmente en corredores.
Actuamos en colaboración con traumatólogos, reumatólogos y fisioterapeutas en la rehabilitación de lesiones como esguinces, fracturas, luxaciones, tendinitis, bursitis o traumatismos.
Podemos ayudar en el tratamiento de ciertas disfunciones digestivas o cardiopulmonares como las dispepsias, disfunciones digestivas, reflujo gastroesofágico, ardor, cierto tipo de hernias de hiato, digestiones pesadas, estreñimiento… asma, alteración de volúmenes respiratorios… trastornos uroginecológicos, como incontinencia urinaria, dismenorrea (dolor con la menstruación), algunas disfunciones sexuales, lumbalgias de origen visceral…
Así como en otras disfunciones de causa multifactorial como las alteraciones de la articulación temporomandibular, limitación de la apertura de la boca, chasquidos de la mandíbula (en colaboración con el odontólogo y el maxilofacial), acúfenos, migrañas, algunos tipos de vértigos, sinusitis (junto al neurólogo y el otorrinolaringólogo), algunos trastornos de visión…
En pediatría podemos abordar trastornos tan comunes como la tortícolis congénita, la plagiocefalia, la hiperirritabilidad o los cólicos del lactante entre otras muchas alteraciones.
Las indicaciones del tratamiento osteopático son por tanto muy amplias. En algunos casos damos la solución, en otros aliviamos la sintomatología, integrando nuestro trabajo en el planteamiento de los equipos multidisciplinares implicados en cada enfermedad.
En definitiva, cualquier problema funcional que afecte al sistema muscular u osteoarticular provocará, tarde o temprano, un problema orgánico, dado que todas las funciones orgánicas están interrelacionadas entre sí.
La intervención osteopática podría incidir sobre todo en estados pre-patológicos, es decir, en fases de desarreglo funcional, de manifestaciones sintomáticas iniciales, pero por falta de información o de cultura sanitaria, la mayoría de las veces se acude a tratamiento osteopático en fases ya avanzadas de la alteración de salud.
Un osteópata es considerado un verdadero especialista en tratamiento conservador no farmacológico del aparato locomotor, influyendo a nivel visceral a través del tejido fascial y el sistema nervioso.